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martes, 14 de noviembre de 2017

ESTEPA y EL CERRO DE SAN CRISTOBAL

Hola soy Carlos Tadeo y os voy a hablar de Estepa y el Cerro de San Cristobal.

La Estepa actual, con título de ciudad desde 1886 y declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1965, desarrolla su actividad económica –aceite, mantecados– en un entorno urbano privilegiado. La ciudad cubre toda la ladera norte del cerro de San Cristóbal y sus casas son muestra de los recursos que la tradición ha ido incorporando a su cultura edilicia. El color, la textura, son los de la cal y la piedra caliza, herederos de aquella cantería estepeña que dejó su impronta en gran parte de la Andalucía artística del siglo XVIII.


Cerro de San Cristobal.


El Cerro de San Cristobal se encuentra en la localidad sevillana de Estepa, en su parte más alta, desde donde se pueden observar unas impresionantes vistas del entorno.
Es obligada la visita a este lugar, aquí podremos visitar la Iglesia de Santa Mária la Mayor, Castillos y Murallas, el Convento de Santa Clara, el Convento de San Francisco, el Parque Francisco Ayala así como disfrutar de unas bonitas panorámicas del pueblo de Estepa.
La situación geográfica del Cerro de San Cristobal, en una posición prominente dominando la campiña circundante y el paso entre el valle del Guadalquivir y la costa mediterránea, hizo que estuviera habitado desde muy antiguo.
Las excavaciones arqueológicas realizadas en diferentes partes del cerro han permitido datar varias fases en su proceso de ocupación: Un primer momento, correspondiente a los siglos IX VIII a.C., es el periodo tartesico precolonial. Características suyas son las cabañas circulares de piedra trabada con barro y techo de ramajes, así como la cerámica hecha a mano.
A partir del siglo VIII a.C. se observa un paulatino aumento de las influencias de las colonias fenicias establecidas sobre todo en Cádiz y en la costa mediterránea, es el periodo orientalizante, cuya manifestación mas característica es la cerámica: poco a poco se va imponiendo el torno y un mayor refinamiento decorativo, además, se observa un cambio en los usos constructivos. Este periodo dura hasta el siglo VI a.C.
A partir de este momento, y hasta la llegada de los romanos, entramos en el periodo ibérico en el que desaparece la factura manual de la cerámica.
 Algunas fuentes identifican a la ciudad de Estepa con la legendaria Astapa, que prefirió la autoinmolación a caer bajo el dominio romano.
El desembarco romano en el valle del Guadalquivir se produjo en el siglo III a.c. como consecuencia de la segunda guerra púnica, tras la cual se produjo un cambio hegemónico de Cartago a Roma.
Se suele identificar a Estepa con la ciudad romana de Ostippo, perteneciente al convento jurídico de Astigi (Ecija).
  Bien comunicada y dominando la fértil campiña circundante, existen datos documentales que demuestran una relativa importancia de esta ciudad: la declaración por parte de Roma como Ciudad Libre revela una cierta independencia, así como su posterior conversión en municipio con leyes propias.
 De acuerdo con los datos recogidos en las excavaciones arqueológicas realizadas hasta la fecha, sabemos que la ciudad de Ostippo rebasó en esta época el estricto recinto del cerro, pues se han encontrado restos de edificaciones urbanas tanto en el cerro como en el actual casco urbano de Estepa (falda del mismo), aún desconociéndose su perímetro exacto y su ordenación urbana.
  En el periodo de tiempo que va desde el año 711, llegada de los musulmanes a la península, hasta el año 1241, año de la toma de Estepa por Fernando III, el antiguo municipio romano se vería reducido a un castillo de gran valor estratégico dependiente, según el momento histórico, de Ecija, Granada, Sevilla o Córdoba.
  De nombre Hins Jstabba, no debe, sin embargo, ser entendido como un simple castillo sino como villa o recinto fortificado bajo las ordenes de un administrador que servia como refugio a toda la comarca circundante (Distrito Castral) formada, además de el castillo de Alhonoz, por los actuales términos municipales de Estepa, Gilena, Pedrera y Aguadulce.
 Nuevamente vuelven a ser muy escasos los restos materiales de este momento histórico, probablemente, el recinto fortificado debió de coincidir prácticamente con el recinto amurallado posterior que se conserva estando, por tanto, restringida la ocupación a la cota mas elevada del cerro, la Mezquita Mayor con la actual Iglesia de Santa Maria, en la que se conservan vestigios y el castillo con las ruinas del actual (a excepción de la torre del homenaje, ya de época cristiana).

Aqui os dejo dos enlaces.

Estepa

Cerro de San Cristobal

                                                                                                        Carlos Tadeo

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