Hay un barco escondido en las murallas del castillo, por las investigaciones se supone que lo hizo una persona anónima en el siglo XV (quince).
La obra de reciente publicación "Crónicas y memorias de Alcalá de Guadaíra", recoge un curioso pasaje sobre un presunto fantasma en la ciudad, que desde luego resulta cuando menos desasosegante. La historia que relata García Rivero arranca al principio de los años 40 del pasado siglo. Los habitantes de una casa de vecinos de la calle Coracha se sobresaltaron un día con las pedradas, de un tamaño considerable, que cayeron al patio del inmueble.
En principio sólo fue un susto pero cuando siguieron reiterándose durante varios días, la alarma se hizo considerable. Preguntaron a los vecinos de los alrededores y vigilaron durante un tiempo, pero no vieron a nadie. Mientras, las pedradas seguían cayendo y comenzó a tomar forma la idea de que su presunto autor fuera un fantasma. El pueblo se revolucionó y las visitas de curiosos a la calle eran constantes. La alarma creada fue tal que el alcalde acudió al lugar con el sargento de la Guardia Civil y el cabo de los municipales. La respuesta del "fantasma" fue arrojarles una pedrada. Se peinaron los alrededores y se vigiló la zona durante algunos días, pero sin ningún resultado. Un día las pedradas se perdieron y la historia fue cayendo en el olvido, sin que se hubiera conocido el origen.
Adiós si habéis escuchado alguna leyenda o algo me lo ponéis en los comentarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario