La educación vial implica tener conocimientos, como ciudadano sobre lo que es una vía pública (tipos, características y partes), la seguridad vial (normas de circulación y señales de tráfico), los accidentes de tráfico (factores de riesgo, causas y consecuencias), los primeros auxilios y la movilidad sostenible; así como destreza en el comportamiento como peatón o como conductor. La educación vial sensibiliza socialmente, sobre todo a los más jóvenes, respecto a los comportamientos viales que halla la convivencia, la tolerancia, la solidaridad, el respeto, la responsabilidad y cumplir las relaciones humanas en la vía pública.
La educación vial se relaciona, además, con la manera de conducirse la población por el espacio público, con la clase de sociedad y su construcción cultural. El hacer caso de las normas ciudadanas a respetar, la rebeldía, despoja de sentido el derecho de todo ciudadano de ser libre e independiente.
Esto se generalizó a partir del aumento del parque automotriz, de motovehículos, transportes públicos y de carga y con la pavimentación de las calles o la adaptación de nuevos sentidos de circulación que han pasado a tener diversas ciudades. Otra particularidad en el uso del espacio público es la falta de reflexión con respecto a la circulación, la seguridad en cuanto a la prevención de siniestros y la valoración de la salud (ej.: motocicletas que se transportan tres e incluso cuatro personas, incluidos niños).
La educación vial en las escuelas y su desarrollo promueve las transformación de estos “habitos” culturales mal arraigados en “el juego de la calle”.
Bueno ya hemos terminado esperamos que os halla gustado.
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