Como hace años que no se llena la piscina de mis abuelos echaron nenúfares para que se viera bonito. Pero no pensaron en las consecuencias. Llegaron los mosquitos, pusieron huevos y salieron las larvas. Había que darle una solución.
Así que echaron carpines koi , una especie de pez japonesa. Al principio eran muy juguetones.
En los dos meses de verano llegaron incluso a reproducirse. Ahora hay alrededor de treinta peces. Esperamos que para las lluvias de invierno se llene de agua y que caigan huevos de ranas para que tengamos una verdadera charca, incluso mi abuela ha pensado en echar juncos para que el agua este fresquita. Me he convertido en una verdadera cuidadora de carpas koi.
Alejandra García.
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