En primer lugar, a mí esta idea me pareció genial desde primer momento porque creo que ayudar a niños que no tienen apenas dinero para comprar unos lápices y que se tienen que sentar en el suelo para dar clase o que tienen que recorrer Kilómetros para llegar a su colegio todos los días, es una muy buena acción porque todo el mundo se merece una educación en condiciones.
En segundo lugar, este mercadillo, me parece una buena idea porque también nos ayuda a desarrollar la creatividad y la imaginación para inventarnos cosas para venderlas. El primer año, recuerdo que vendimos piedras decoradas y pulseras, el segundo año, vendimos bizcocho de chocolate y este año, hemos vendido jabón, y la verdad es que estos tres años han sido todo un éxito.
La verdad es que esta actividad me encantó y aunque el curso que viene ya habré pasado al instituto, me encantaría seguir ayudando a mi colegio con todos sus proyectos, ya que él, me ha ayudado mucho a mí.
Bueno, yo solo quería hacer este escrito para deciros que esta idea me parece genial y que ojalá sigan haciendo el Mercadillo año tras año.
Este es el cartel de este año.
Ahora me gustaría recordar algunas anécdotas de estos últimos años haciendo el mercadillo.
Bien, si no recuerdo mal, el primer año que lo hicimos, estábamos con el profe Sergio e hicimos pulseras y piedras decoradas con pegatinas. Pues yo recuerdo que en vez de repartirnos las pegatinas de forma civilizada, lo que hizo fue poner unas cuantas pegatinas por cada mesa de grupo y él nos dijo que a quién no le gustasen las pegatinas que le habían repartido en su grupo, las PODÍA INTERCAMBIAR. Se ve que el profe Sergio, no nos conocía del todo bien, porque claro, ya que decía que las pegatinas se podían intercambiar si a uno no le gustaban las que le habían tocado, pues todo el mundo se puso a intercambiar pegatinas, y al final la clase no quedó del todo ordenada, que digamos.
En quinto, ( porque creo que en cuarto no hicimos mercadillo) hicimos bizcocho de chocolate. Esta idea me encantó, porque es más original. Ese año, no hubo una anécdota en especial, es decir, que todo lo que pasaba era una anécdota. Recuerdo que había gente que se ponía perdida de chocolate, otra que se comía lo que sobraba,... etc. También recuerdo que otros se cortaban con el cortador de bizcocho, en fin, muchísimas anécdotas. Pero si es verdad, que el bizcocho nos quedó de rechupete.
Y este año lo hicimos el 30 de enero, el día de la Paz. Ahora que lo pienso, ¿os imagináis que hubiéramos dejado el Mercadillo para mayo? No hubiéramos podido hacer el jabón y eso si que sería una anécdota para contar. Como dije antes, este año tampoco ha habido una anécdota específica, sino que TODO lo que pasaba era una anécdota y me encantaría que en los comentarios me pusierais anécdotas graciosas que os acordéis que hayan pasado mientras preparáramos el mercadillo.
Bueno, esto ha sido todo.
Espero que os haya gustado.
¡HASTA LA PRÓXIMA!
MARÍA VELÁZQUEZ GÓMEZ.❤❤❤
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