Hola
a todos, soy Javier, y hoy quería dedicar unas palabras al personal sanitario.
Me
refiero, a todas las personas que están en primera línea, a todos los que están
luchando para salvar vidas humanas: médicos y médicas, enfermeros y enfermeras,
auxiliares, personal de limpieza, laboratorio, pruebas diagnósticas,
conductores y conductoras de ambulancias, camilleros y camilleras, voluntarios,
y todos los que se enfrentan al virus cada día para los que están en casa.
Se
nos coló el enemigo más rápido de que lo que pensábamos, mientras disfrutábamos
de la vida, ajenos a todo. Una vez instalado, todos nos refugiamos detrás de la
barrera y son los sanitarios a los que les está tocando lidiar con un enemigo
de armas tomar. Una cuadrilla impresionante, hechos de otra pasta, que hacen
frente como pueden al enemigo en duras condiciones, sin medios suficientes para
combatir a un enemigo que se cuela por todos los rincones.
Ahora
que tenemos encima una “guerra” en la que no hay bombas ni disparos, pero sí
numerosos enfermos y fallecidos, en la que el enemigo es inviable y poderoso,
son nuestros sanitarios los que están en
primera línea del campo de batalla sin apenas protección, ni tampoco armamento
para luchar contra el enemigo y poder salvarnos. Aun así están demostrando cada día que son capaces de
hacerlo de seguir adelante con lo que tienen, aún poniendo en peligros sus vidas y las de sus familias.
No hay palabras para
agradecer lo que están haciendo tanto médicos, enfermeras, auxiliares... Solo piensan
en los enfermos, en sacarlos adelante. No sé de dónde pueden sacar esa fuerza,
para mí están hechos de otra pasta. Horas, horas y horas luchando contra algo
que no se ve, no les importa contagiarse, solo les importa luchar por la vida
de los demás sin conocerlos de nada. Eso es ser ángeles y en España tenemos
muchos y los mejores.
Creo que este 2020 no lo
olvidaremos ninguno de los ciudadanos de este país, no sólo por lo que estamos
viviendo, sino también porque todos nos vamos a llenar nuestro corazón de
agradecimiento, y veremos a los sanitarios de otra forma con la
admiración que puedes ver a unas personas que lo están dando todo por nosotros.
A partir de ahora muchos de nosotros no querremos ser futbolistas, ni youtubers
o influencer, creo que muchos de los que
estamos saliendo todos los días al balcón
para aplaudir y cantar el Resistiré, querremos ser sanitarios, porque sabemos que ellos son
lo que en 2020 están salvando el mundo.
Habría que ponerle
a todos una medalla simbólica, pero no una cualquiera, sino la más
bonita que debe existir, la del amor desinteresado por los demás. Me gustaría
que todos llegaran esa medalla en sus
batas y presumieran de ella porque no existe otra más merecida. Son héroes
y el mundo debe saberlo.
Cada
vez que veo imágenes de todos ellos en los hospitales, en la calle o donde sea,
con mascarillas, guantes, luchando porque todo funcione, porque los enfermos puedan
curarse, se me saltan las lágrimas de emoción.
Hay que
darles las gracias por su trabajo, su optimismo, por su entrega y solidaridad.
Bueno, Adiós.
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